domingo, 28 de abril de 2013

¿Apostarías contra el cambio climático?


Creía que ya no existían; que habían desaparecido de la escena pública. Pero este vídeo de la tv norteamericana muestra que el debate continúa. Los escépticos del cambio climático siempre existirán. Y eso es así por distintos motivos.

Veamos. Creo que hay dos cuestiones: una es el cambio climático y otra es la percepción que tienen los individuos del cambio climático. Ambas son cuestiones distintas, son problemas en sí mismos. Y las dos tienen un gran interés. El cambio climático es un fenómeno atmosférico muy complejo. En el sistema climático global hay multitud de elementos relacionados. Así que la temperatura global, sus aumentos y disminuciones son muy variables y no son únicamente atribuibles a un factor. Por eso hay miles de investigaciones al respecto desde hace más de 40 años.

Pero, en general, pese a que existe una gran incertidumbre, años de investigación han concluido cuatro cosas, sobre las que hay un gran consenso científico: 1) el CO2 atmosférico ha aumentado exponencialmente en los últimos 200 años; 2) el aumento del CO2 en la atmósfera se debe a la actividad humana (la quema de combustibles fósiles con la industrialización, fundamentalmente); 3) una mayor proporción de CO2 en la atmósfera se traduce en un aumento de las temperaturas globales; 4) un aumento de más de 2 grados en la temperatura global tiene consecuencias significativas sobre los ecosistemas y las sociedades humanas.

Por otro lado, está la percepción del cambio climático. También ha sido investigada por distintas disciplinas. Como frente a otros riesgos ambientales y tecnológicos, los individuos reaccionan de diversas maneras, influidos por numerosos factores psicológicos, socio-culturales y contextuales. De la misma manera que la percepción del riesgo de conducir en moto varía entre unos individuos y otros (porque hayan conducido o no una moto, porque hayan visto o sufrido un accidente, por su edad, etc.), los individuos perciben el cambio climático de maneras diferentes: unos lo consideran un riesgo relevante, otros niegan su importancia, otros no tienen una actitud definida. Hay estudios al respecto.

En el caso del cambio climático, un primer factor influyente está relacionado con las particularidades del riesgo. Los efectos del cambio climático resultan invisibles para la mayoría de individuos. También ocurre que sus consecuencias posibles (los impactos en la salud de las poblaciones urbanas, las alteraciones en los ecosistemas, las alteraciones en la agricultura, etc.) se producen en el largo plazo y no necesariamente en la localidad en la que uno vive.

Un segundo conjunto de factores tiene que ver con las preferencias, actitudes y creencias de los individuos. El presidente de la General Motors que aparece en el vídeo tiene, como todos los individuos, unas actitudes y creencias socio-políticas determinadas, resultado, a su vez de diversos factores (pertenecer a la industria del automóvil también podría tener algo que ver). Estas creencias son parte de su identidad social. El cambio climático, pese a ser un problema ambiental, tiene profundas implicaciones sobre cómo gestionamos nuestras sociedades. Por este motivo, un individuo puede considerar a los defensores del cambio climático como una amenaza a su identidad y, por tanto, negar la existencia del cambio climático. Es algo así como lo que experimentan los aficionados del Barça cuando escuchan a Mourinho, incluso si dijera algo acertado.

Finalmente, un tercer conjunto de factores tiene que ver con cuestiones contextuales, como que las personas en tu red social, los medios de comunicación o ciertas personas relevantes o grupos organizados defiendan o hagan acciones (campañas, vídeos, artículos, etc.) para amplificar el riesgo del cambio climático. Al Gore es consciente de este proceso. Como también lo son las empresas que financian los estudios que niegan el cambio climático.

Habría que hacer un esfuerzo por entender a los escépticos del cambio climático (siempre, quizá, que no sean virulentos dogmáticos). Su respuesta frente al riesgo ambiental más importante del siglo XXI está motivada por un conjunto de factores de los que ningún ser humano está libre. El conocimiento de las bases del cambio climático es uno de ellos, pero ni mucho menos es el más importante. Incluso los científicos pueden verse afectados por el sesgo de confirmación. Considerar inferiores o malvados a todos los escépticos del cambio climático sólo potencia la división. Hay estrategias mucho más efectivas para modificar las actitudes.